¿Qué quieres ser cuando seas grande?
De chica tomaba con mucha ligereza esta pregunta; la mayoría de los niños daba por hecho que se dedicarían a ser bomberos, modelos, policías o maestras. En el transcurso de los años, cambié de profesión cuanta vez se cuestionaba qué camino iba a seguir.
Hace unos meses reaccioné que estoy en último año de secundaria, a un paso de "ser grande", cuando creía que ese momento llegaría unos años después. Sentí un remolino de títulos que cruzaban por mi mente, y los unía junto con mi nombre.
Tenía la responsabilidad de elegir un empleo al que le dedicaría toda mi vida,tenia que ser algo que me enamore, que me incentive a levantarme en las mañanas. Me decidí por uno, el que me conmovió, me imagine cada día de mi vida con el sobrenombre "Seño Erika".
Ya que, para toda profesión se necesita una seño, sin docente no hay doctor, sin maestra no hay ingeniero, sin profesor no hay presidente, etc. La educación es sobre todo, lo más importante.
Pero para lograr ser maestra se necesitan características, tales cómo, tener la alegría de vivir, ser amorosa, humilde, segura, autoritaria, paciente, afectuosa, tranquila, valiente, exigente, decidida, tolerante, recurrir al sentido común siempre que sea necesario. Y antes que nada tener VOCACIÓN.
Cuando digo vocación, me refiero al interés que una persona siente en su interior para dedicarse a una determinada forma de vida o un determinado trabajo.
La maestra es aquella que trata de recuperar la alegría en el ejercicio del trabajo educativo.
Pensé en ser maestra para enseñar de una forma diferente a la acostumbrada, creo que hay que utilizar la didáctica para llegar a los niños; a través de los juegos y experiencias se puede abrir la mente y un mundo nuevo para ellos.
En la primaria, su imaginación está en el nivel más alto, pensemos que los alumnos vienen del jardín de infantes, donde todos es alegría, diversión y color. Al llegar a la escuela se acostumbra a formar a los alumnos demasiado amaestrados, a la antigua, todo se transforma en gris.
Por eso, no hay que bajar el globo de la imaginación, recurramos a la diversión y llenemos el cielo de colores.
Si tenes dudas a qué dedicarte, te recomiendo seguir la carrera de Profesorado de Educación Primaria, ofrece amor, ofrece el arte de ensañar y el placer que los niños aprendan.
Erika Castro